a-bici-aliada-06La integración de las bicis en la movilidad habitual ha sido una consecuencia lógica del nuevo modelo, ya que la ciudad se ha ido convirtiendo en un espacio mucho más amable para este medio de locomoción autopropulsado, que puede circular por zonas peatonales y convivir con el tráfico a motor.

Pocos carriles bici

Pontevedra ha apostado seriamente por la convivencia entre las diferentes modalidades de tráfico, limitando los abusos que se producían en el pasado, sobre todo los derivados de la excesiva presencia de automóviles privados. En el casco urbano el tráfico está completamente calmado, por lo que los vehículos privados han dejado de representar una amenaza para bicis y peatones, pues se ha reducido drásticamente el número de accidentes.

Algunos carriles bici se han conservado e incluso ampliado, sobre todo a lo largo de la Junquera del Lérez, para ofrecer un itinerario continuado entre la senda que discurre paralelamente al río Pérez, Monteporreiro, la isla de Covo y la Junquera de Alba, quedando así liberada de puntos negros que hacían poco recomendable la circulación en bici. Hoy, el camino es completamente seguro para ciclistas y viandantes.

¿Por qué hay pocas bicis?

La dimensión de la ciudad no otorga a las bicis un papel central en la estructura de movilidad ni en la reducción del tráfico a motor, como pretenden otros muchos modelos urbanos.

Las bicis de Pontevedra forman parte del estilo de vida de muchas personas, que no ganan demasiado tiempo en sus desplazamientos porque las distancias que recorren son relativamente cortas; no obstante, prefieren utilizar la bicicleta en lugar de ir a pie.

Normalizar la bici

Si bien en la primera fase de transformación el Ayuntamiento estableció un sistema de alquiler público de bicicletas, terminó anulándose debido a su escasa utilización y a la carestía de su mantenimiento. Las personas interesadas adquirían sus propias bicis, que manejan con facilidad en un espacio público más saludable y poco saturado de polución y ruidos.

La ciudad cuenta con numerosos puntos de estacionamiento de bicis y se registra un número insignificante de robos.

Asimismo, han ido surgiendo iniciativas económicas como mensajerías urbanas de reparto o empresas de alquiler de bicis y objetos rodantes dirigidas a jóvenes y turistas. Algunos restaurantes de comida rápida reparten en bici durante la temporada de verano y las tiendas de bicicletas que prestan servicios a los ciclistas gozan de gran actividad.

Respeto intermodal

Las líneas de comunicación habitual relacionadas con la movilidad ciclista tienen que ver con la convivencia entre varias modalidades de transporte, ya que si los vehículos a motor deben tener precaución con las bicicletas, los usuarios de estas también deben tener el mismo respeto con los peatones.